lunes, 10 de septiembre de 2012

Ángel de la Guarda



Últimamente corre una nueva moda por mi escuela: Tener un

 Ángel de la Guarda

Quien no lo tiene no puede considerarse un niño guay y a la última. No es que crea que no soy una chica guay pero no iba a ser menos, Mercedes de primero B ya ha estado fanfarroneando de su

Preciosa Ángel...

Que si tiene tres pares de alas multicolor, un vestido hecho de una seda particular y única de la China, con una corona de diamantes que obtuvo de unas minas de Bélgica, que de allí se sacan los mejores diamantes del mundo, y no sé que más...
Son todo paparruchas, no me creo ni la mitad. Así que para detener las habladurías de Mercedes puedo decir que desde hace una semana, por fin, descubrí como tener un Ángel de la Guarda y el mío si que es de verdad, no el que se ha sacado de la manga la tontaina del grupo B.

Y como buena amiga que soy os lo voy a contar para que cada uno tenga su propio Ángel de la Guarda


Cómo conseguir a tu Ángel de la Guarda

Primero, hay que conocer su nombre y es muy sencillo, según tu fecha de cumpleaños tienes un Ángel particular, el mío es Habuhiah porque nací el 27 de Febrero, podéis buscar en muchos libros sobre ángeles que lo pone.

Segundo, durante siete días por la mañana, tuve que poner en un cuenco cereales rellenos de leche en la ventana. Los puse allí para que le fuera fácil de coger y los cereales rellenos de leche porque es su debilidad. Ahora entiendo... quizá pueden volar porque tienen unos huesos muy fuertes de tanto beber leche, para ellos la leche es como el agua para nosotros.

Los días de lluvia puse una vela encendida en la ventana para iluminar mi habitación y así no dejar que se perdiera por el camino, cada vez que encendía una mi Ángel sabía que era yo la que se preocupaba por su bienestar, a los Ángeles les gusta que les cuiden y que seamos buenos, por supuesto.

Afinar el oído mucho poque hablan en susurros, quizá un pequeño golpe de aire significa que están cerca y que intentan decirte algo, debéis estar muy atentos.

Y por último y no menos importante, encender una luz por las noches, no les gusta la oscuridad, si queréis que se queden encended una lámpara para que se sientan como en casa.


Espero que consigáis encontrar al vuestro y mientras tanto os dejo un cuento que trata sobre Ángeles de la Guarda.






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